Entre luces y sombras.

Válido es decir que la situación siria es harto desagradable. Pero me gustaría reflexionar acerca del móvil que tienen quienes defienden una intervención "internacional" en Siria (aunque más bien termina siendo una intervención de un puñado de países que destruyen a una nación, organizan elecciones, y una vez instalado un nuevo gobierno “democrático” le prestan millones de dólares para que contraten a compañías de los propios prestamistas para que reconstruyan la nación).  (situación en Somalia) ¿Por qué se trae a Siria a la palestra pública y se promueve con fervor una intervención “internacional”? ¿Por qué durante los años más cruentos de la guerra civil en Somalia que dejó más muertos que la segunda guerra mundial los medios le prestaron poca atención al asunto? Tenemos muchos casos olvidados y muchas crisis desatendidas mientras sospechosamente presenciamos como se erigen campañas de “solidaridad” hacia otros. Intrigantes preferencias. http://musicospor

Todo apunta a que una nueva campaña bélica se acerca. ¿Cómo se ha manejado estratégicamente la justificación de una intervención militar en Siria en estos últimos días?   El discurso se ha construido siguiendo las mismas pautas de orientación de la opinión publica hacia el apoyo de intervenciones militares previas: se ha construido un escenario de guerra civil y revolución donde el gobierno, según cada caso, reprime los intentos de rebelión por parte de la población, donde muchas veces es difícil corroborar si se trata de una legitima revolución empujada por una mayoría de la sociedad o si presenciamos a grupos armados (financiados desde fuera sin conocerse certeramente de donde sale el dinero) que se oponen al gobierno usando la violencia. Se reitera, además, el hecho de intervenir militarmente con el apoyo o no de la ONU dejando en evidencia que los esfuerzos de evitar un conflicto internacional mediante las vías legales no será viable. Al mismo tiempo hay un intento de mostra

Un año atrás despedía a mi hermano en el aeropuerto de Cienfuegos, Cuba. La despedida fue violentada cuando me llamaron desde dentro de la terminal por el altavoz porque en mi equipaje cargaba con libros. Principalmente libros de marxismo e historia que no quería dejar atrás. Los ojearon uno a uno, y necesitaban mi presencia, tal vez porque no comprendían lo que esos libros decían y necesitaban que les explicase.